ORIGEN INFECCIÓN LOCALIZADA EN EL DIENTE
Si un diente dañado o fracturado no se trata rápidamente, la pulpa del diente y la necrosis se desintegra. Los microbios a continuación se difunden a través de la raíz con el riesgo de crear un absceso localizado. Las bacterias, en el desarrollo de los huesos, liberan toxinas que causan la destrucción del tejido óseo de la mandíbula y se extienden en los tejidos circundantes.
La infección puede entonces tomar rutas indirectas, como la linfa o la sangre.
– La propagación por linfático: los nodos de la cabeza y el cuello se hinchan y se vuelven dolorosas.
– Difusión a través de la sangre: las bacterias ganarán otro órgano, como los senos para-nasales, los ojos, el corazón, los pulmones o en las articulaciones. A continuación, pueden desencadenar las patologías de estos órganos, sino también, y sobre todo, empeorar las condiciones preexistentes.